Académico Usach lidera actualización de Manual de Buenas Prácticas Ambientales

Recientemente, la Municipalidad de Santiago publicó el “Manual de Buenas Prácticas Ambientales”, realizado por la Subdirección de Medio Ambiente de dicho municipio.



El Manual aborda temáticas como la reducción de residuos, el reciclaje de distintos tipos de residuos, la eficiencia energética, el cuidado del agua y, en general, distintas formas que tenemos como ciudadanos/as para mitigar y adaptarnos al cambio climático.

Dicho documento puede ser descargado a continuación:





La iniciativa contó con la activa colaboración del académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. René Garrido, quien participó en la actualización de dicho material. El vínculo con el municipio tuvo su origen en el marco del curso “Tratamiento y Gestión de Residuos Sólidos”, donde estudiantes/as Usach se vinculan con problemáticas del territorio y desarrollan un proyecto pertinente durante el desarrollo del semestre.



A raíz de la exitosa experiencia en este curso, la municipalidad planteó la necesidad de actualizar el “Manual de Buenas Prácticas Ambientales”. Para ello, Garrido contó con la participación de Víctor Martínez, estudiante memorista de Publicidad, María Landaeta, estudiante de Ing. Ambiental y Claudia Orellana, profesora de Química y Biología, actual asesora pedagógica en un PID asociado a la carrera de Ingeniería Ambiental.

Cabe señalar que la Unidad de Vinculación con el Mundo Público y Social de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio también jugo un rol en la articulación entre la academia y el municipio, con el objetivo de propiciar que la relación sea recíproca y que aporte positivamente a los territorios.



A continuación, el académico, quien es jefe de carrera de Ingeniería Ambiental, explica los principales aspectos de la iniciativa.



¿Cuál fue el principal objetivo del trabajo realizado? ¿Qué criterios utilizaron para realizar esta actualización del Manual de Buenas Prácticas Ambientales?



Este trabajo nace de un apoyo al trabajo realizado por la Subdirección de Medio Ambiente. Estuvimos realizando unos proyectos vinculados a mi labor docente en el curso de “Tratamiento y Gestión de Residuos Sólidos” en donde las y los estudiantes se vinculan con problemáticas del territorio y desarrollan un proyecto durante el semestre de clase.

 

La municipalidad quedó muy contenta con el trabajo realizado y plantearon la necesidad de actualizar su “Manual de Buenas Prácticas”, y decidí apoyarlos en la labor de actualización junto a un equipo multidisciplinario.



Es por eso que participó Víctor Martínez, estudiante memorista de Publicidad, María Landaeta estudiante de Ingeniería Ambiental y Claudia Orellana, profesora de Química y Biología, actual asesora pedagógica en un PID asociado a la carrera de Ingeniería Ambiental.



¿Qué importancia tiene, a su juicio que las municipalidades colaboren junto a las universidades en este tipo de iniciativas? ¿Qué tipo de retroalimentación positiva se produce según su experiencia?



Es muy relevante, ya que al final se transforma en otra forma en donde se democratiza el conocimiento y se lleva a la gente. Es parte de la labor que nuestra Universidad y la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (VIME) han desarrollado con Cambalache y ahora puede formar parte de las acciones cotidianas de las y los ciudadanos.



Entre las categorías expuestas, se menciona "Agua", "Energía Eléctrica", "Aire", "Vegetación", "Ruido", "Residuos", como grandes dimensiones para desarrollar buenas prácticas medioambientales. ¿Considera que muchas veces la ciudadanía pierde esta mirada plural en torno al medio ambiente? Muchas veces, circunscribiendo las preocupaciones solo al reciclaje y a la contaminación del aire, no vislumbrando los distintos impactos positivos que puede realizar en heterogéneos ámbitos y con acciones, como se menciona en el manual, de fácil implementación en el hogar.



Efectivamente, existe una multidimensionalidad con respecto al medio ambiente que no necesariamente se observa desde lo cotidiano, y es necesario explicitarlo, porque al final muchas acciones del día a día pueden efectivamente tener impactos positivos en el medio ambiente.



Este tipo de iniciativas invitan a que las personas asuman un rol proactivo, por ejemplo, al realizar un huerto o a tener consciencia sobre la "huella" que cada uno deja en el planeta. ¿Considera que en la línea de lo que ha dejado en evidencia el estallido social y la crisis del Covid-19, que como comunidad falta un rol más activo y, sobre todo, pensar más en lo colectivo, en el "nosotros", al momento de generar acciones que puedan impactar positivamente, en este caso en el medioambiente?



Mira, lo que indicas es el corazón de lo que se conoce como el desarrollo sustentable acuñado ya desde 1987, en el informe de Brundtland "Nuestro futuro común" de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, en donde se define que el desarrollo sustentable es aquel que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.



El problema que esto no necesariamente ha sido transmitido de la mejor forma. Vemos como muchas cosas quedan entrampadas en temas políticos, como lo que pasó hace muy poco en la COP25. Es por esto que apelar a la ciudadanía en una acción para contribuir en mejorar el entorno inmediato es el foco al que se debe apuntar para que, desde la sociedad, crezca el interés que pueda llegar a los actores que definen el marco de acción.



¿Qué consejos entregaría a la ciudadanía que quizás no está familiarizada con estas categorías y le gustaría comenzar a interiorizarse y así implementar una rutina de vida mucho más armónica y responsable con el espacio que lo rodea?



Ahora las redes sociales están siendo grandes influenciadores en temas medio ambientales y existen muchas cuentas que promueven el cuidado ambiental y otras que aportan con tips para una vida sustentable, ya sea desde el estilo de vida o de alimentación.



Entonces la invitación es comenzar a seguir estas cuentas, pero siempre analizar lo que me dicen, tomar lo que sirva y adaptarlo a mi realidad. Muchas veces se habla del cuidado al medio ambiente desde la culpa y ese no creo que deba ser el tono que debemos darle, ya que la idea es que este cuidado al medio ambiente tenga directa relación con mejoras en calidad de vida y entorno inmediato.



Las RRSS son un buen puntapié inicial para generar interés. Si somos curiosos/as con el tema, eventualmente esto nos llevará a indagar más en las temáticas e ir profundizando cosas particulares, que después podemos contar en la familia y amigos e ir comparando experiencias.



El auge del estallido social y la posterior pandemia del Covid-19 difuminaron de los grandes titulares las temáticas medioambientales. A modo de cierre, ¿qué llamado realizaría para que la ciudadanía mantuviera presente la importancia del medioambiente, en el sentido de realizar un vínculo en armonía con el espacio donde como ciudadanos habitamos?



Es que yo creo que no está difuminado y para mí sigue estando más latente que nunca. Tanto el estallido social como el Covid-19 son pruebas latentes de la necesidad de cuidar nuestros recursos, suplir las desigualdades y vivir en armonía con el medio ambiente. Los conceptos de maximización de ganancias con recursos finitos es algo que ya debe considerarse obsoleto, y si pensamos de la misma forma pasado esta pandemia es que en definitiva no hemos aprendido nada.