Estudiantes crean prototipos de diseño inclusivo bajo metodología de aprendizaje con comunidades

Luego de un semestre de trabajo, las y los estudiantes del Taller de Diseño Industrial II de la carrera de Tecnólogo en Diseño Industrial USACH, hicieron entrega de los prototipos elaborados sobre la base de los requerimientos de los destinatarios finales, deportistas en situación de discapacidad pertenecientes al instituto Teletón a quienes se les entregó mobiliario inclusivo e implementación adecuada para practicar bocha.

Tensión, equilibrio y estrategia, eso es lo que se requiere para jugar bocha. Un juego que pueden practicar personas en situación de discapacidad que, en uno de sus niveles, requiere una rampa para que el deportista pueda realizar su jugada. El problema de ello, es el alto costo que involucra esta rampa, lo que terminaba con diseños caseros que impedían una jugada bien ejecutada y alejaba a los futuros deportistas por encontrarse con dificultades que sobrepasaban sus habilidades. Todo eso, lo investigaron las y los estudiantes del Taller de Diseño Industrial II, quienes al finalizar el semestre entregaron a usuarios de Teletón prototipos adaptados y mejorados, a bajo costo.



“La bocha es un deporte al que acceden personas que utilizan silla de ruedas, con distintos niveles de limitaciones de movimiento”, comenta Katalina Barrera, una de las estudiantes de Tecnólogo en Diseño Industrial. “La idea es lanzar una bola y que quede lo más cerca posible de otra blanca, y a la vez vayas alejando las de tus contrincantes de la misma. Para eso algunos necesitan una rampa. Las rampas que venden en el mercado tienen diversas fallas: se mueven mucho o son muy complicadas de usar o son muy caras. Nuestro objetivo fue encontrar una solución a esas dificultades”, explica.



“Fue una instancia muy enriquecedora. De poder ayudar hacia afuera y darle sentido a lo que hacemos. Esa fue la sensación que quedó en el curso. Proyectar soluciones con las habilidades y conocimientos que tenemos, puestas a disposición de la comunidad”, sintetizó.



Para Fabián Jeno, uno de los profesores de la asignatura, este tipo de actividades genera una doble instancia de beneficio: “uno de los grandes problemas que tienen las universidades es que muchos de los proyectos quedan guardados en la biblioteca y nunca se ponen en contacto con los usuarios. Que los estudiantes puedan desarrollar un objeto y que este pueda ser entregado y utilizado por la comunidad, genera una satisfacción que de otra forma no habrían obtenido, lo que en consecuencia provoca un proceso de aprendizaje más significativo y la solución de un problema práctico a la comunidad”.



“Este tipo de aprendizaje debiese ser parte del ADN de las universidades públicas, siento que es parte de lo que tenemos que hacer nosotros como profesores y estudiantes”, finalizó.