Proyectos de título de arquitectos del plantel beneficiarán a la comunidad de Estación Central

A través de sus proyectos de titulación, tres arquitectos de la Universidad de Santiago de Chile realizaron iniciativas de alto impacto social y comunitario, que beneficiarán a la ciudadanía de Estación Central, en ámbitos asociados a la dignificación del adulto mayor, migración y el desarrollo de espacios habitacionales que potencien el sentido de comunidad. La gestión para el trabajo colaborativo entre las partes fue realizada por la Unidad de Vinculación con el Mundo Público y Social de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio.

El miércoles 10 de abril, en la Municipalidad de Estación Central, se realizó la entrega formal de tres proyectos arquitectónicos de alto impacto social, elaborados por Francisco Galleguillos, Farah Farrán y Fernanda Figueroa, arquitectos de la Universidad de Santiago de Chile, quienes realizaron dichos trabajos en el marco de sus proyectos de titulación.

La gestión para el trabajo colaborativo fue realizada por la Unidad de Vinculación con el Mundo Público y Social de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (ViME), estableciendo los vínculos entre los actores claves. De esta manera, se potencia el trabajo colaborativo y bidireccional, en línea con la Política Institucional de Vinculación con el Medio de la Universidad.

La actividad contó con la presencia de Carlos Muñoz, Coordinador de Taller de Título de la Escuela de Arquitectura; Juanita Gallardo, profesional de la Unidad de Vinculación con el Mundo Público y Social de la ViME, además de encargados y representantes de distintas áreas de la Municipalidad de Estación Central.

Sentido de comunidad

Los proyectos presentados fueron “Vivienda Urbana en Estación Central”, a cargo de Francisco Galleguillos; “Plaza Interactiva para el Adulto Mayor” de Fernanda Figueroa y “Centro de Acogida Familiar Complementaria” de Farah Farrán.

En primer lugar, Galleguillos presentó una propuesta de vivienda que recupera el sentido de colectividad, a través del establecimiento de espacios comunes, baja altura de edificación, espacios bien iluminados, además de distribuciones pensadas en una lógica de transitoriedad. Esto, con la finalidad de permitir un asentamiento con dignidad de la comunidad migrante, evitando condiciones de hacinamiento.

Actualmente, el escenario es distinto, con una alta presencia de proyectos inmobiliarios de gran tamaño, caracterizados por su hiper-densidad, baja superficie habitacional y escaso espacio comunitario.

De acuerdo a Galleguillos, su proyecto “consiste básicamente en un edificio de baja densidad, máximo cinco pisos. Es vivienda y espacio común”. En el caso de la vivienda, señala, se desarrollaron dos tipologías, que incluyen una lógica de transitoriedad en la vivienda, tomando en cuenta la alta población migrante presente en la comuna, que alcanza el 17%.

También, destaca la presencia del espacio comunitario, donde en el centro del proyecto “se genera un espacio común bastante amplio, con puentes entre estos dos volúmenes para generar encuentros”.

Adulto mayor

Por su parte, la iniciativa focalizada en el Adulto Mayor, a cargo de Figueroa, plantea el desarrollo de un centro comunitario, donde puedan realizar diversas actividades que los dignifiquen como personas.

El diagnóstico preliminar de Figueroa detectó la presencia de muchos adultos mayores que pasan su cotidianeidad fuera del hogar. “El problema no era que el adulto mayor estuviera en la calle, sino que no están los espacios para ellos, para que puedan hacer actividades. Les faltan espacios donde puedan estar equipados para tener una mejor salud”.

Con este foco, priorizó sus esfuerzos en desarrollar un proyecto donde la natación jugara un papel primordial, con la presencia de tres piscinas (dos zonas de hidromasaje), camarines, además de una cocina y tres tipos de huertos comunitarios: de tierra, verticales y de mesa, pensando en que los adultos mayores no se agachen.

La iniciativa se erige como un modelo de integración, abierto a la ciudadanía de la comuna. Junto a ello, también incluiría paneles solares y un sistema de reutilización del agua en el recinto.

Redes de apoyo

Finalmente, Farrán expuso su proyecto “Centro de Acogida Familiar Complementaria”.

La arquitecta se planteó la siguiente interrogante, tomando en cuenta el análisis realizado sobre el tipo de viviendas y espacios emplazados: ¿qué necesita el migrante para tener un correcto asentamiento en la comuna?

Uno de los problemas que identificó se relaciona con los espacios infantiles. Las redes de apoyo que tienen actualmente los migrantes, afirma, son colegios, centros deportivos e iglesias. Pero, plantea Farrán a modo de propuesta, la idea es desarrollar iniciativas donde todos puedan compartir y no se produzcan segregaciones ni divisiones. “Al final, las condiciones del migrante son las mismas del chileno, pero están en desventaja, porque aquí no tienen redes de apoyo”, señala.

Con estos elementos, identificó que las condiciones espaciales no son las ideales para el desarrollo esperado y la integración de los niños. Al final, reflexiona, “es un problema recíproco entre los padres y los hijos”.

Sobre la propuesta en particular, esta propone una explanada, gradas, un centro de capacitación para los padres, además de la inclusión de patios más controlados, “para que los niños pequeños puedan acceder a este espacio”.

En este sentido, la idea es incluir las diversas necesidades que tienen los niños en cada etapa de crecimiento y que puedan incorporarse a este centro, como un lugar de encuentro y de esparcimiento entre los integrantes de la comuna.

Integración comunitaria y multiculturalidad

De acuerdo a Carlos Muñoz, este tipo de iniciativas permite establecer un diálogo concreto entre estudiantes, profesores y la comunidad. Entregando “proyectos que puedan atender a aspiraciones, deseos, sueños y carencias que tiene la comunidad, para poder desarrollarlas de común acuerdo”.

Sobre los proyectos que efectuaron los ya titulados de Arquitectura, que fortalecieron el sello de vinculación con el Medio institucional a través de una metodología de “Aprendizaje más Servicio  (A+S)”, estima que realizaron “un análisis profundo, con un buen diagnóstico y pudieron determinar que las soluciones no eran solamente generar algo básico, sino que había una  alternativa de entrega de productos y proyectos que realmente atendieran las expectativas de crecimiento de la comunidad, de integración comunitaria y multiculturalidad”.

En tanto, Marcela Vargas, encargada de la Oficina de Adulto Mayor de Estación Central, celebró la existencia de esta alianza entre el municipio y la Casa de Estudios, ya que “podemos tener a los alumnos, por un lado, interiorizándose sobre los problemas reales de una población vulnerable y, por otro lado, haciendo propuestas que son posibles de realizar en el mediano y largo plazo”.

“Es un aporte, de todas maneras. Son alianzas que tenemos que empezar a construir y seguir trabajado en conjunto en otros temas también. No solamente en Arquitectura”, concluye.

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Por Simón Pérez Seballos